2011
Pescados propone el juego de imaginar y plasmar a través de todas las técnicas artísticas imaginables, los arquetipos sociales e individuos que pueblan o transitan la Tierra del Fuego, imaginados como una comunidad acuática cuyos moradores han sido atrapados por las redes, anzuelos y cantos de sirenas o fueron desovados en nuestros lagos, mares y ríos helados.
Peces nativos, migratorios, especies exóticas extraviadas de
su rumbo, peces aventureros, depredadores, rémoras, peces de colores y de
oscuras fosas abisales.
Para albergar tantos peces, hacía falta un
Río Grande: la ciudad cuyo emblema es una imponente trucha escultórica se
presenta como el sitio exacto para desarrollar esta propuesta simbólica y
artística.
Y así parecen haberlo entendido también los artistas
invitados, que se sumaron con gran entusiasmo desde distintos puntos de la
provincia, el país y algunos países vecinos.(...)
ver tambièn http://50pescados.blogspot.com.ar/
ver tambièn http://50pescados.blogspot.com.ar/
2011-2012
Pescados en Chile (texto adaptado)
Pescados es el resultado grupal del juego de
imaginar y plasmar a través de todas las técnicas artísticas imaginables, los arquetipos
sociales e individuos que pueblan la isla de Tierra del Fuego. Moradores que
fueron desovados en estos lagos, mares y ríos helados o han sido atrapados por
redes, anzuelos o cantos de sirenas y que comparten -complacidos, resignados u
ofuscados- su inexorable destino insular.
Pescados nativos, migratorios, peces aventureros o
extraviados de su rumbo, rémoras; depredadores, vivaces peces de colores y
monstruos que acechan en fosas abisales conforman la exposición artística
"Pescados", un muestrario de las especies que pueblan o transitan la
isla. Con el cardumen aumentado, la muestra se desplazó al territorio chileno
de la isla, haciendo caso omiso a los límites de la superficie, los que, por
cierto, esta hermandad artística y acuática se empeña en desconocer.
Calafateados navegamos a la ciudad de Punta Arenas,
para reconocernos entre escultores congrios, pintores lucios,
grabadoras machas y acuarelistas locos. Calafateados por haber
comido el fruto negro, marchamos para abrazarnos en la exquisita condena de
naufragar en las aguas más bellas del mundo.
(N. de la R.: la muestra Pescados se expuso además las localidades de El Porvenir y Cerro Sombrero en la Isla Grande de Tierra del Fuego, parte chilena).
2012
PÀJAROS
Con las escamas devenidas en plumas, seguimos marchando
juntos.
Habiendo omitido la indecorosa etapa de la reptación:
pasamos, sin más, de Pescados a Pájaros.
Entre estos
plumíferos hay de los que sueñan con volar de regreso al continente, otros que
prefieren ver el mundo desde el cielo, otros que simplemente gustan vestirse de
plumas -para lucirse o para ocultarse-.
Acá moran los
pájaros más grandes y los más pequeños del mundo. Unos vuelan tan alto y otros
tan lejos de la costa que poco se ven. Otros, perezosos y gordos, ni han
desarrollado alas y viven mirando el suelo.
Hay pajarracos
que graznan sombríos augurios todo el tiempo y pajarillos que trinan bellos
cantos de alegría y de esperanza. Y otros que no tienen voz.
Y, por cierto,
no faltan los pájaros
imaginarios ni los absurdos.
De los Pescados del año pasado, algunos no resistieron la
crisis evolutiva, o desconfiados, prefirieron permanecer seguros bajo el agua.
Algunos mutaron a reptiles, unos pocos esperan el mejor momento para unirse a
la bandada. Otros simplemente se extinguieron.
Al asomarnos a la superficie hemos hallado aves que nos
esperaban amistosas y generosamente vuelan hoy con nosotros.
Es frecuente ver en las costas
fueguinas a gaviotas y gavilanes volando juntos; a cauquenes y
caranchos compartiendo incautas caminatas entre las piedras. Es que aquí todos
pueden satisfacerse sin perjudicar a otros. La concordia es un camino posible
para todos los que pueblan o desean empollar en esta isla. Los artistas de esta
muestra colectiva venimos siguiendo este rumbo hace dos años y no queremos
detenernos.
BICHOS:
En Tierra del Fuego se puede
dejar una fruta en la mesada de la cocina que ésta no convocará a colonias de
moscas, gusanos, hormigas o cucarachas.
Los Bichos no existen acá. No es un ámbito
propicio para su desarrollo. El frío los congela, la distancia les dificulta el
viaje y el viento les arranca alas y patas impidiéndoles el desplazamiento, la
reproducción y el arraigo.
Pero los bichos siguen viniendo, sin pausa. Buscan
nuevas estrategias y desarrollan defensas, a la vez que la urbanización y el
confort creciente van tornando cada vez más amigable a este habitat, otrora
impiadoso.
Los bichos constituyen una pesadilla recurrente en
quienes hemos habitado otras tierras.
Representan la amenaza a la tranquilidad, son hipótesis
de plagas y pestes, son la picazón, las erupciones. Son las llagas, las descomposturas,
el contagio.
Los bichos de esta exposición son la
manifestación en imagen de nuestros miedos, pero también de la libre
imaginación, las fantasías y los vericuetos íntimos de cada participante -ajustado
a la consigna y en uso de su libertad creadora-.
Por eso en esta muestra se verán
ejemplares irreales, que no responden a lógica biométrica alguna. Alimañas que
evidencian rasgos antropoides, o de aves, de peces, de insectos, incluso
de máquinas: es que en la mente del artista, del paranoico y del delirante
todas esas síntesis son posibles.
El
hombre araña, Batman y la mayoría de superhéroes y los dioses y semidioses de
todas las culturas tienen en su genética a algún bicho al que adeudan sus
poderes.
Pero
también son bichos el prosaico tábano que mantiene despierto al caballo y la
humilde abeja que nos da la miel.
Y
sin bichos que realicen la descomposición de los cuerpos, el ciclo de la vida
estaría incompleto.
Sabemos
que es tedioso vivir sobre la turba, que es tierra que nunca se descompone y todo
lo torna previsible.
Bienvenidos
Bichos, a alterar la paz de los glaciares, a movilizar los espíritus
congelados de los condenados a transitar con el corazón acorazado.
Cany Soto