domingo, 25 de mayo de 2014

Textos de las muestras anteriores


2011 
 Pescados propone el juego de imaginar y plasmar a través de todas las técnicas artísticas imaginables, los arquetipos sociales e individuos que pueblan o transitan la Tierra del Fuego, imaginados como una comunidad acuática cuyos moradores han sido atrapados por las redes, anzuelos y cantos de sirenas o fueron desovados en nuestros lagos, mares y ríos helados.

Peces nativos, migratorios, especies exóticas extraviadas de su rumbo, peces aventureros, depredadores, rémoras, peces de colores y de oscuras fosas abisales.

 Para albergar tantos peces, hacía falta un Río Grande: la ciudad cuyo emblema es una imponente trucha escultórica se presenta como el sitio exacto para desarrollar esta propuesta simbólica y artística.

Y así parecen haberlo entendido también los artistas invitados, que se sumaron con gran entusiasmo desde distintos puntos de la provincia, el país y algunos países vecinos.(...)

ver tambièn http://50pescados.blogspot.com.ar/





2011-2012
Pescados en Chile (texto adaptado)


Pescados es el resultado grupal del juego de imaginar y plasmar a través de todas las técnicas artísticas imaginables, los arquetipos sociales e individuos que pueblan la isla de Tierra del Fuego. Moradores que fueron desovados en estos lagos, mares y ríos helados o han sido atrapados por redes, anzuelos o cantos de sirenas y que comparten -complacidos, resignados u ofuscados- su inexorable destino insular.


Pescados nativos, migratorios, peces aventureros o extraviados de su rumbo, rémoras; depredadores, vivaces peces de colores y monstruos que acechan en fosas abisales conforman la exposición artística "Pescados", un muestrario de las especies que pueblan o transitan la isla. Con el cardumen aumentado, la muestra se desplazó al territorio chileno de la isla, haciendo caso omiso a los límites de la superficie, los que, por cierto, esta hermandad artística y acuática se empeña en desconocer.


Calafateados navegamos a la ciudad de Punta Arenas, para reconocernos entre escultores congrios, pintores lucios, grabadoras machas y acuarelistas locos. Calafateados por haber comido el fruto negro, marchamos para abrazarnos en la exquisita condena de naufragar en las aguas más bellas del mundo.

(N. de la R.: la muestra Pescados se expuso además las localidades de El Porvenir y Cerro Sombrero en la Isla Grande de Tierra del Fuego, parte chilena).




 2012

PÀJAROS
Con las escamas devenidas en plumas, seguimos marchando juntos.

Habiendo omitido la indecorosa etapa de la reptación: pasamos, sin más, de Pescados a Pájaros.

     Entre estos plumíferos hay de los que sueñan con volar de regreso al continente, otros que prefieren ver el mundo desde el cielo, otros que simplemente gustan vestirse de plumas -para lucirse o para ocultarse-.

    Acá moran los pájaros más grandes y los más pequeños del mundo. Unos vuelan tan alto y otros tan lejos de la costa que poco se ven. Otros, perezosos y gordos, ni han desarrollado alas y viven mirando el suelo.  

      Hay pajarracos que graznan sombríos augurios todo el tiempo y pajarillos que trinan bellos cantos de alegría y de esperanza. Y otros que no tienen voz.

     Y, por cierto, no faltan los pájaros

imaginarios ni los absurdos.

De los Pescados del año pasado, algunos no resistieron la crisis evolutiva, o desconfiados, prefirieron permanecer seguros bajo el agua. Algunos mutaron a reptiles, unos pocos esperan el mejor momento para unirse a la bandada. Otros simplemente se extinguieron.

Al asomarnos a la superficie hemos hallado aves que nos esperaban amistosas y generosamente vuelan hoy con nosotros.

      Es frecuente ver en las costas fueguinas  a gaviotas  y gavilanes volando juntos; a cauquenes y caranchos compartiendo incautas caminatas entre las piedras. Es que aquí todos pueden satisfacerse sin perjudicar a otros. La concordia es un camino posible para todos los que pueblan o desean empollar en esta isla. Los artistas de esta muestra colectiva venimos siguiendo este rumbo hace dos años y no queremos detenernos.



 2013

BICHOS:


En Tierra del Fuego se puede dejar una fruta en la mesada de la cocina que ésta no convocará a colonias de moscas, gusanos, hormigas o cucarachas.



Los Bichos no existen acá. No es un ámbito propicio para su desarrollo. El frío los congela, la distancia les dificulta el viaje y el viento les arranca alas y patas impidiéndoles el desplazamiento, la reproducción y el arraigo.



Pero los bichos siguen viniendo, sin pausa. Buscan nuevas estrategias y desarrollan defensas, a la vez que la urbanización y el confort creciente van tornando cada vez más amigable a este habitat, otrora impiadoso.



Los bichos constituyen una pesadilla recurrente en quienes hemos habitado otras tierras.

Representan la amenaza a la tranquilidad, son hipótesis de plagas y pestes, son la picazón, las erupciones. Son las llagas, las descomposturas, el contagio.



Los bichos de esta exposición son la manifestación en imagen de nuestros miedos, pero también de la libre imaginación, las fantasías y los vericuetos íntimos de cada participante -ajustado a la consigna y en uso de su libertad creadora-.

Por eso en esta muestra se verán ejemplares irreales, que no responden a lógica biométrica alguna. Alimañas que evidencian rasgos antropoides, o de aves, de peces, de insectos, incluso de máquinas: es que en la mente del artista, del paranoico y del delirante todas esas síntesis son posibles.



El hombre araña, Batman y la mayoría de superhéroes y los dioses y semidioses de todas las culturas tienen en su genética a algún bicho al que adeudan sus poderes.

Pero también son bichos el prosaico tábano que mantiene despierto al caballo y la humilde abeja que nos da la miel.

Y sin bichos que realicen la descomposición de los cuerpos, el ciclo de la vida estaría incompleto.

Sabemos que es tedioso vivir sobre la turba, que es tierra que nunca se descompone y todo lo torna previsible.



Bienvenidos Bichos, a alterar la paz de los glaciares, a movilizar los espíritus congelados de los condenados a transitar con el corazón acorazado.



Cany Soto

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