Humanos 1
“Gente”, nunca, ya fue
suficientemente gastado por las revistas pavotas del mundo entero y en todos
los idiomas. “Pueblo”, no sería exacto, demasiado sociológico y sesgado. No es
la idea.
Hubieramos preferido
"Hombre", que es menos neutro, menos ciencia ficción que
"Humanos" -que suena casi como "Terrícolas"-, pero optamos
por no provocar a las artistas, dada su superioridad numérica en relación a los
“artistos”.
Aunque hay que decir a favor de la
opción tomada, que tiene un costado amable dado por otros usos menos fríos del
término y sus derivados: “ humanizar”, “humanamente”, “humanístico”,
“humanitario” etc., aunque no sea precisamente ese el costado preponderante
entre los diversos abordajes que asuman los realizadores de esta muestra
temática.
No se trata aquí de hacer apologías
ni denuestos, sino de que cada uno exprese lo que le sugiera este término, para tratar de representar entre todos al género en toda su extensión: con lo bueno, lo
malo, lo feo, lo invicto, lo imperdonable -diría Clint-, lo incomprensible, lo sensual y lo contradictorio -diría Woody-.
Por qué escribir un texto en el
catálogo de una exposición, donde sería conveniente ceder espacio a las
imágenes de las obras con su descripción técnica? Porque sabemos por las 3
experiencias anteriores que recorrer una exposición tan extensa y variada en
estilos, técnicas, formas, tamaños, produce tanto placer como agotamiento,
obligando al cerebro a recalibrarse a cada metro que se transita, por lo que es
menester distraerse un poco para recuperar energía.
Y lo hacemos por costumbre y
cábala. Somos un animal de costumbre y lo hemos hecho en cada muestra anterior.
Y porque en definitiva, somos autoindulgentes cuando metemos la pata: somos
HUMANOS.
Nota para los artistas aspirantes:
"Pescados",
"Pájaros" y "Bichos", en sus diversos formatos y locaciones,
fueron disparadores novedosos para la mayoría de los artistas participantes. No
todos tenían como hábito esas temáticas, salvo excepciones contadas con los
dedos; en cambio "Humanos" es el tema artístico más transitado en la
historia.
Desde la Venus de Willendorf
pasando por Leonardo hasta los graffittis de Banski, todo artista con los pies
sobre la tierra, el sexo entre las piernas y el corazón en el pecho ha pintado
(o pinta -o talla, o fotografía, etc.) al hombre, de modo que en esta ocasión,
por la sobreoferta, la selección del material ofrecido por los artistas ha sido
inevitable y minuciosa.
Pese a algunas enemistades que nos viene
granjeando esta opción inevitable,tenemos que privilegiar para esta ocasión a
los viejos compañeros de tránsito -a los que se les ha cedido más espacio que
en muestras anteriores- y a los artistas nacionales e internacionales consagrados
que nos han distinguido con su aprobación y deseos de participar.
Para honrar la fidelidad unos y la
trayectoria de otros y por las razones de espacio explicadas en el párrafo
anterior, seguiremos recibiendo obras de creadores noveles o desconocidos con
la reserva de ubicarlas en un espacio delimitado explícitamente a tal fin.
Es que nosotros -sabiendo lo que
cuestan en términos monetarios y humanos, valoramos muchísimo las trayectorias
de los artistas- creemos en el “derecho de piso” y no nos interesa engrosar el
número de expositores admitiendo a cualquier diletante para parecer más
exitosos. No hacemos demagogia con esto. Valoramos y apoyamos decididamente a los incipientes artistas que
consideramos decididos a abrazar el arte como forma de vida y sabemos que si
tienen la madera, no sufrirán por estas circunstanciales discriminaciones, ya
que los fortalecerán y harán que miren con más respeto su horizonte.
Cany Soto
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